CRÔNICAS

Con el corazón enterrado en la curva del rio

Em: 08 de Maio de 2011 Visualizações: 27589
Con el corazón enterrado en la curva del rio

 

Una de las claves para entender el asesinato de Osama Bin Laden tal vez esté en el código ‘Gerónimo’, nombre escogido para designar la misión norte-americana, formada por 79 miembros de la tropa de elite de la Marina, que entró en territorio del Paquistán con cuatro helicópteros ultra sofisticados, invadió la casa del ex-aliado de la CIA, lo encontró desarmado y lo ejecutó. Al final, ¿qué es lo que Gerónimo, jefe Apache del siglo XIX, tiene que ver con esta historia?
- “Nada. Esto es una distorsión de la Historia. Es un insulto y un error que hayan usado ese nombre para designar la operación” - protestó Harlyn Gerónimo, bisnieto del jefe Apache. Él, que arriesgó su vida sirviendo a la patria en la 2ª Guerra Mundial y en la invasión al Vietnam, pidió explicaciones al presidente Obama y exigió que el nombre Gerónimo fuese retirado de los documentos oficiales referentes a esa operación.
A la reprobación de la familia, le siguió la del actual líder Apache, Jeff Houser, que elogió el suceso de la misión antiterrorista, mas en carta abierta al presidente de los EUA, denunció la asociación entre “el símbolo heroico de la resistencia indígena en el país con el símbolo del terrorismo internacional”. Según este líder, eso refuerza la imagen falsa, difamatoria y estereotipada de los Apache, que fueron tratados como salvajes con el “pretexto para la remoción forzada de sus tierras”.
Varios líderes de organizaciones indígenas en los EUA también formalizaron sus quejas, el jueves 5 de mayo, en la Comisión de Relaciones Indígenas del Congreso Americano que trata de los “estereotipos racistas y de las populaciones autóctonas”. Exigieron que el presidente americano pida disculpas. Hasta el momento, Barack Obama, que confraterniza con las tropas americanas, no dio ninguna respuesta. Tal vez porque esté de acuerdo con los militares, para quienes Gerónimo y Osama son “dos renegados”. ¿Lo son efectivamente?  
Los Renegados

Formulé esa pregunta a Dee Brown, un americano que entiende del asunto; no lo hice directamente sino consultando su libro – Enterré mi corazón en la curva del río – publicado en 1970. Su respuesta está en el capítulo intitulado – El último Jefe Apache – que contiene la biografía del guerrero Goyaalé, nombre indígena de Gerónimo (1829-1909).
Ahí, este autor describe la resistencia apache contra tropas mejicanas y americanas, narrando como una compañía de 400 soldados asesinó, el 5 de marzo de 1851, centenas de apaches desarmados, la mayoría mujeres y niños, entre los cuales la madre de Gerónimo, su mujer Alope y sus hijos.
Esta historia fue reconstituida por Dee Brown, hijo de un leñador de Louisiana, cuando trabajó como bibliotecario en el Ministerio de Agricultura. Como durante su infancia había jugado con niños Choctaw, estaba atento a la situación indígena. Investigó este tema en  los documentos del archivo: informes del gobierno, tratados, mapas, actas de concejos y de reuniones tribales con autoridades civiles y militares, libros de pequeña circulación y periódicos alternativos que registraron el discurso de los indios. Llegó a la siguiente conclusión sobre el líder Apache:
- “Transformaron a Gerónimo en un demonio especial, inventando historias de atrocidades y pidiendo vigilantes para ahorcarlo, en caso de que el gobierno no lo hiciera. La fuga del grupo de Gerónimo a través de Arizona fue el pretexto para una lluvia de rumores intensos. Los diarios publicaron grandes titulares: LOS APACHES HUYERON! La simple mención de “Gerónimo” se convirtió en un grito de sangre”.
El autor se apoyó en declaraciones no de algún antropólogo comunista, sino del propio general George Crook, enviado por el Ejército Americano para cazar Gerónimo. Después de convivir con los indios, el general mudó de opinión: “Es muy frecuente que periódicos de frontera propaguen toda especie de exagero y falsedades sobre los indios, lo que se reproduce en periódicos de amplia circulación en otras partes del país, mientras la versión del indio se divulga raramente. De esta forma, las personas incorporan ideas falsas sobre esta cuestión. Entonces, cuando hay un clímax, la opinión pública se manifiesta siempre contra los indios”.
Oír el “otro lado”. El general Crook quería que se escuchase a los indios, para evitar su satanización. Por eso lo demitieron del Ministerio de Guerra, substituyéndolo por el general Nelson Miles. El nuevo comandante de las tropas organizó en abril de 1886, una especie de “Operación Osama”. Movilizó 5 mil soldados – un tercio de la fuerza de combate del Ejército – y millares de milicianos civiles armados, montó un costoso sistema de heliógrafos para enviar mensajes y en un clima de histeria colectiva, atacó los Apache que en la época ya estaban reducidos a un “ejército” de... 24 guerreros.
La rendición
Fue ahí que Gerónimo se rindió en setiembre de 1886, cansado de luchar durante treinta años contra dos ejércitos: el mejicano y el americano. En la época, tenía seis esposas: Chee-hash-kish - con quien tuvo dos hijos - Nana-tha-thtith que le dió otro hijo, Zi-yeh, She-gha, Shtsha-she y Ih-Tedda. Algunas de ellas, entre las cuales la última, estaba con Gerónimo cuando cayó prisionero y también fue presa…
Gerónimo, sus mujeres, sus hijos y los 24 guerreros Apache fueron encarcelados. El líder Apache permaneció prisionero del gobierno americano durante 23 años y  murió en 1909, víctima de una neumonía, en la prisión de Fort Sill, en Oklahoma, en cuyo cementerio está enterrado. Posteriormente, miembros de la sociedad secreta Skull and Bones (Cráneos y Huesos) robaron sus restos y los llevaron a su sede en New Haven, donde su cráneo podía verse dentro de un pote de vidrio.
El historiador Marc Wortman que hizo esta revelación, se basó en la correspondencia entre miembros de la sociedad secreta – de la cual hacía parte Prescott Bush, abuelo del ex-presidente George W. Bush - especialmente en una carta con fecha de junio de 1918 que encontró en los archivos de la biblioteca de Yale. Ahora, Harlyn Geronimo está procesando al gobierno americano, pidiendo que los huesos de su bisabuelo se entierren en su tierra natal, cerca del río Gila, en Nuevo México.
El libro de Dee Brown, que hace la biografía de Gerónimo, comienza con la gran marcha de los Navajo en 1860 y termina con la masacre de los Sioux, treinta años después, a las orillas de un riacho llamado Wounded Knee, con el exterminio de hombres, mujeres y niños. Cuenta como en tres décadas, cuando la población americana dobló de 31 a 62 millones de habitantes, colonos inescrupulosos, amparados por el propio gobierno, invadieron y robaron las tierras indígenas, encontrando una fuerte resistencia por parte de los indios que lucharon en defensa de su territorio.
En este período se consolidó la política de remoción indígena del gobierno americano, que consistió en usurpar las tierras de los indios, desplazándolos hacia el oeste del río Mississipi, formando el Territorio Indígena que dio origen al actual estado de Oklahoma. A esta migración forzada que causó tanto dolor, desespero y muerte, los indios la denominaron ‘trilla de lágrimas’.  
La ruta del dolor
Dee Brown, que publicó fotos de los jefes indígenas encontradas en el Instituto Smithsoniano, cuenta como reconstruyó ese camino: “Aunque los indios que vivieron durante este funesto período hayan desaparecido de la faz de la tierra, millones de sus palabras se conservaron y están accesibles en los registros oficiales. Con todas esas fuentes de la casi olvidada historia oral, tenté construir una narrativa de la conquista del Oeste Americano según sus víctimas, usando sus palabras siempre que fuese posible”.
A veces, el autor reproduce las palabras de oficiales del ejército americano, como las del capitán Nicholas Hodt: “Los navajo, squaws y niños corrieron en todas las direcciones y fueron atacados con tiros y bayonetas. Vi allí, un soldado matando dos niñitos y una mujer. Ordené inmediatamente que el soldado parase. Ele me miró, pero no obedeció mis órdenes.Corrí, pero no conseguí impedir que matara a las dos criaturas inocentes”.
Leyendo el libro de Dee Brown, se puede concluir que la Misión Osama Bin Laden podría llevar el nombre de cualquiera de los tantos jefes indígenas: Gerónimo, Antílope Blanco, Nube Roja, Toro Sentado... Todos ellos igualmente masacrados.  
Un oficial que cabalgaba atrás del coronel Chivington cuenta que vio a Antílope Blanco, desarmado, rendirse con las manos  arriba, diciendo: Paren! Paren! “Hablaba eso en un inglés tan bueno como el mío”. Cruzó los brazos hasta que lo balearon. Los sobrevivientes de los Cheyenne dijeron que Antílope Blanco cantó la canción de la muerte antes de expirar: ‘Nada vive mucho tiempo / sólo la tierra y las montañas’.
El cuerpo de Antílope Blanco, como el de Bin Laden, tampoco podía exhibirse. Otro oficial, el capitán Soule, fue testigo ocular: “Vi el cuerpo de Antílope Blanco con los genitales cortados y oí a un soldado decir que iría hacer una bolsa para tabaco con ellos”.
Frente a tanta barbarie, el cacique Sioux Sinte-Galesha criticó la guerra como forma de solucionar conflictos destacando las vías diplomáticas: “Nuestra voluntad es vivir aquí, en nuestra tierra, pacíficamente y hacer lo posible por el bienestar y prosperidad de nuestro pueblo. Cuando los pueblos entran en choque, es mejor para ambos lados reunirse sin armas y conversar sobre eso, encontrar algún modo pacífico de resolver”.    
Uno de los sobrevivientes de la masacre fue el cacique sioux Toro Sentado, que en el verano de 1885 hizo parte del Show del Oeste Salvaje de Buffalo Bill, viajando por los Estados Unidos y Canadá. Daba las monedas que recibía a los niños pobres y hambrientos no indígenas sin entender como la sociedad de consumo, que producía tantos bienes, podía ser tan indiferente con sus pobres.
“El hombre blanco sabe como hacer todo – dice – pero no sabe como distribuirlo”.
¿Qué es lo que Osama Bin Laden tiene que ver con Gerónimo y otros jefes indígenas? Los terroristas de Al Qaeda que mataron inocentes, sembrando  dolor y luto, deben estar orgullosos por ser asociados al nombre de un guerrero que luchó por su pueblo y por su tierra. De cualquier forma, el tiempo va a mostrar que el terrorismo de Estado practicado por el gobierno americano para combatir la otra forma de terrorismo es truculento, torpe e ineficaz. Los indios tienen razón cuando señalan el camino de la negociación.

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8 Comentário(s)

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mIckMLzcMEjkYGuERg comentou:
01/08/2011
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Daniel comentou:
11/05/2011
Muy buen trabajo.que podemos decir nosotros que todavia los estan maltratando a nuestros pueblos originarios.
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Daniel comentou:
11/05/2011
Me gustó mucho el artículo, lo reenvié a dos listas de bibliotecarios, si no fueran por estas apreciaciones cuantas cosas se perderían en los laberintos de la historia. Espero que estes bien, un abrazo y hasta pronto. Saludos. Daniel
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Yvonne comentou:
10/05/2011
Excelente el articulo, voy a compartirlo con algunos amigos que se que estarán de acuerdo con tus apreciaciones.TE VES MUY BIEN EN LA CARICATURA. un abrazzzooooooottttttteeeee
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Nila (1) comentou:
09/05/2011
Tu artículo es hermosísimo. ¿Me lo puedes reenviar en español, para hacerlo circular por estos medios?
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Nila (2) comentou:
09/05/2011
Estuve conmocionada cuando leí tu artículo. Lo tuve que leer varias veces en diferentes oportunidades. Luego recordé que en Holanda vi una película de nombre “Soldier Blue” que también me causó un gran impacto. En la película se trata de hacer un paralelo de la matanza de Mi Lai (de los años ’70) en Viet Nam con la que tratan en la película que es contra los indios Sioux. A los pocos años de estrenada la película terminó finalmente aquella horrible guerra.
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Stella comentou:
09/05/2011
Gracias, José, por hacerme llegar su columna. ¡Qué alivio entenderla plenamente en español! ¿Cuándo dejarán de ser los dueños del mundo estos gringos?
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Gabriela comentou:
09/05/2011
Pueblo violento, desde los primodios, mas un día acaba, no es el primer gran imperio basado en la fuerza de la violencia que cae. si no podremos velo caer nosotros, lo verán nuestros hijos o nietos; solo nos cabe saber que estamos haciendo lo posible para que esto suceda, Y que sea pronto!!!
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