MUJERES E ÍNDIOS: LA NUEVA INDEPENDENCIA
José R. Bessa Freire – Diário de Amazonas, Manaus
(De Tucumán) Argentina conmemora el bicentenario de su independencia en julio del próximo año, pero los preparativos ya comenzaron. El Ministerio de Cultura organizó el Foro Nacional y Latinoamericano de la Nueva Independencia que en los últimos meses recorrió 17 ciudades, realizando debates entre investigadores, intelectuales, gestores culturales y militantes de América y Europa. El ciclo terminó esta semana en San Miguel de Tucumán, con más de 40 conferencistas. Uno de ellos fui yo, discutiendo las lenguas indígenas y la lucha para preservarlas.
No podría haber lugar más emblemático para ese encuentro que Tucumán, lleno de árboles de naranjo, micro-poemas estampados en sus muros y recuerdos de Mercedes Sosa, "La Negra", que nació allí justamente un 9 de julio. Allí, el 9 de julio de 1816, fue donde se firmó el Acta de la Declaración de la Independencia y por eso la ciudad fue escogida para ser sede del último evento del Foro con participantes de doce países que discutieron, entre otros temas, historia política, cultura, arte, cine, música, derechos humanos y luchas populares.
Las luchas femeninas
Las mujeres fueron las que despertaron el mayor entusiasmo del público del Teatro San Martin, sede del evento, siempre lleno. Tres cantoras conocidas estuvieron presentes: una de ellas, Teresa Parodi, actual ministra de Cultura de Argentina, hizo un discurso en la clausura citando Atahualpa Yupanqui: “Somos tierra que anda, paisaje movimiento. Nuestros saberes tienen raíces muy antiguas y profundas, decidimos escoger los espejos en los cuales nos miramos".
En uno de ellos se miró Susana Baca, ex-ministra de cultura del Perú, que se vio como "una mujer negra que vive en un continente racista, donde hay hambre, muertes evitables, desempleo, pueblos despojados de sus tierras y de sus lenguas amenazadas de extinción". La venezolana Cecilia Todd en un show con Juan Quintero, cantó y encantó después de participar en una mesa de conversación con Miguel Ángel Estrella, pianista de renombre internacional y con el periodista Víctor Hugo Morales. Además, el programa incluyó dos mesas formadas exclusivamente por mujeres.
En la primera - Con mujeres tendrá que pelear - participaron Hebe de Bonafini, presidente de la Asociación Madres de la Plaza de Mayo; Milagro Sala, militante de las zonas marginalizadas y diputada provincial de Jujuy y Máxima Apaza, senadora boliviana, fundadora de la Federación de Mujeres de El Alto. Con el verbo inflamado, las tres incendiaron el auditorio, en un debate que tuvo como moderadora a la escritora Marta Dillon.
Máxima Apaza, líder de un movimiento de alfabetización de las mujeres, discutió las políticas de género del gobierno Evo Morales y su carácter descolonizador. “Cuando colocamos en práctica, dentro de casa, la descolonización, hombres y mujeres asumen funciones y tareas domésticas”. Condenó la discriminación y la violencia de género, defendió la igualdad de condiciones e informó que en el actual Estado plurinacional de Bolivia, la mitad del parlamento está integrado por mujeres, como evidencia de su creciente papel en la vida pública.
- “Aquellos que hoy se pinta los cabellos blancos recordarán cuando el presidente Menen decía que teníamos que ser los mejores alumnos del FMI” – dice Milagro Sala, que narró sus luchas y su encuentro con el presidente Nestor Kirchner, de quien recibió apoyo para formar una cooperativa en Jujuy para que los propios moradores construyesen sus casas, así como centros asistenciales y educativos. “Los hombres les enseñaron los oficios de la construcción civil a las mujeres. Soy descendiente de indios y mis abuelos me enseñaron que hombre y mujer tienen que caminar juntos”.
- “El pueblo abraza, a las madres de la plaza" - gritaba el público cuando anunciaron a Hebe de Bonafini, para quien no fue inútil la sangre derramada por los militantes presos, secuestrados y asesinados. Hebe que va a cumplir 87 años, discurrió sobre la memoria histórica de los que lucharon por la libertad del continente y fueron torturados. Uno de ellos, el maestro Miguel Ángel Estrella complementó: “Lo que uno vive con la tortura es aberrante, pedí a Dios que si me dejase con vida, iría a hacer música contra la tortura, así nació “Música para la Esperanza”.
Cine de mujeres
La segunda mesa de mujeres moderada por la cubana Maria Tovar contó con cineastas de tres países que discutieron "Cultura y Género", sin la presencia de Lucia Murat (Brasil) que no pudo comparecer. Daniela Seggiaro (Argentina), autora de documentales antropológicos, mostró escenas de su película premiada en el Festival de Nantes, en Francia, "La Belleza", con la historia de una india Wichi que trabaja como empleada doméstica en una casa en Salta. Hija de una antropóloga, Daniela dice que "es necesario entender otras narrativas, lenguajes y formas de pensamiento para encontrar la independencia y la belleza".
Tania Hermida (Ecuador), que realizó sus estudios en Londres, relató su trayectoria y los conflictos de identidad relacionados a las lenguas habladas en América y mostró escenas de sus películas premiadas internacionalmente: "Qué tan lejos (2006) y "En nombre de la hija" (2011). "Con el tiempo aprendí que la identidad se construye, nadie nace, uno se hace. Es necesario batallar por las palabras y por los nombres" - dice.
Catalina Alarcón (Chile) problematizó el concepto de “cine de mujeres”, argumentando que “el cine no tiene género, es simplemente cine”. Para ella, “el documental se articula como un arma que retrata situaciones que la sociedad no quiere ver, retratar para revelar, revelar para reivindicar”. Presentó escenas del corto-metraje "Miss Princesita" - imágenes de un concurso de ‘miss’ de niñas de 1 a 8 años - con una mirada crítica sobre el papel femenino y masculino como construcción social que coloniza la vida de los niños de ambos sexos desde la primera infancia. Ela hizo también un documental sobre un memorial que su abuelo construyó por cuenta propia para recordar a siete jóvenes acribillados por la dictadura de Pinochet cerca de su casa, desaparecidos y nunca identificados.
Los indios y la patria grande
Antes de todo ese debate, se presentó la mesa de apertura - "De Tupac Katari a Evo Morales" – de la cual hice parte, moderada por el escritor argentino Guillermo David, amigo de los indios Baré del Rio Negro (AM), con quien tuve una breve, pero intensa convivencia. Participaron de ella los indios de Argentina y Bolivia - Juan Chico, Daniel Huircapan, Eduardo Nieva y Jiovanni Samanamud.
El hecho de que el Acta de la Declaración de la Independencia haya sido redactada en español, traducida al quechua y al aymara, dio lugar a una reflexión sobre las lenguas indígenas y su papel en la construcción de las identidades nacionales:
- "No es posible discutir la emancipación de la patria grande sin hablar de la historia indígena y de las lenguas que se hablan aquí, no se pueden entender las luchas por la independencia dejando de lado a los indios" - dice Juan Chico, del pueblo Qom, de la región del Chaco.
El cacique de la comunidad Gunun a Kuna, Daniel Huircapan, explicó que en mayo de 1810, los dirigentes independentistas se reunieron con caciques para negociar la participación de indios en la formación de los nuevos gobiernos, pero después hubo una acción deliberada para "invisibilizar la participación indígena en las luchas por la independencia, inclusive contra las invasiones inglesas. Desde entonces, se considera a los indios como um obstáculo para la formación de la nación Argentina". Daniel Huircapan destacó el hecho de que Perón tenga sangre tehuelche.
El cacique de la comunidad Diaguita, Eduardo Nieva, que es abogado, criticó la visión del poder judicial, siempre con miedo del pluralismo jurídico y reivindicó políticas que tengan en cuenta la diversidad cultural. Aymara de Bolivia, Jiovanny Samanamud, vice ministro de Educación Superior, defendió los proyectos políticos “al margen de los universalismos europeos” y reivindicó “recuperar la dimensión espiritual de la vida”. En mi intervención, discutí el papel de la lengua como espacio de lucha emancipadora.
Otras mesas trataron temas relevantes con la participación de reconocidos intelectuales de América como Galo Mora (Ecuador), John Berveley (USA), Juan C. Monedero (España), Luis Vignolo (Uruguay), Hugo Mercado (Bolivia), Manelo González (Cuba) y los argentinos Dardo Scavino, Enrique Dussel, Roberto Follari, José Pablo Feinmann, Horacio Gonzalez, director de la Biblioteca Nacional, Yolanda Orquera, Diego Tatian, Eduardo Jozami, Roberto Caballero y otros que se encuentran en el site del Foro.
Al final, el organizador e idealizador del evento, Ricardo Forster, Secretario de Coordinación Estratégica del Pensamiento Nacional, destacó la importancia de la temática indígena en las conmemoraciones del bicentenario de la Independencia de Argentina. La lucha por los derechos de la mujer y de los indios hace parte de la nueva independencia y de la elaboración de un pensamiento nacional y latinoamericano.
Dos cuestiones que repercutieron en los debates: el momento político de Grecia, que da una dimensión del enfrentamiento de los pequeños contra el poder económico, David contra Goliath, y la visita del Papa, que condenó el viejo y el nuevo colonialismo; pidió perdón por los crímenes cometidos por sectores obscurantistas de la Iglesia en relación a las lenguas y creencias amerindias. Quien estaba en el auditorio, asistió a la discusión sobre los procesos libertarios de América. Quien buscó en el cielo el tamborcito de los indios calchaquí, vio la luna tucumana iniciando su fase menguante, pero siempre hermosa y capaz de iluminar.